Y así sin avisar lo dejé todo. Perdonadme fieles lectores pero no quería desnudar mis sentimientos en ese momento ya que era una decisión de no retorno.
Ya estamos viviendo en España, los niños están felices, el padre no tanto ya que tomamos la decisión de que yo me fuera con ellos y que mi marido esperara un poco mas en Kuwait el solo, y bueno, nos arreglamos bien porque ha estado ya dos veces y muy pronto voy yo.
Aunque no lo creáis echo mucho de menos Kuwait; la libertad que tenía con mi magnífico Ford (como lo echo de menos), las amigas locales y las españolas. Los planes sin premeditar. Los largos cafes en el club, las actividades culturales, los paseos por Mubarakiya y últimamente por Shuweickh… Son muchas cosas las que echo de menos, pero el cambio vale la pena, sobre todo por mis hijos cuyas actividades no curriculares estaban muy limitadas y ahora son libres para hacer mas cosas.
Mi actividad como relocation continua desde aquí asesorando a empresas españolas que van a mandar familias a vivir a Kuwait o a otro país de Middle East. Ayudando a muchas familias con las dudas que les surgen al ser avisados de que su nuevo destino es tan nuevo como el país donde van a residir, una aventura como la que inicié yo hace ya 22 años cuando me fui a vivir a Chile con Bruno. Ahora me toca continuar ayudando pero desde España, desde mi nuevo hogar.
Nos vemos por el camino amigos.
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